“Susurrando Gritos”, a través de una exposición fotográfica, de charlas y otras muchas actividades, busca la concienciación de los jóvenes sobre la crisis de refugiados y valores humanitarios que hay en el mundo, que nuestros alumnos sean conscientes de la realidad actual y que, una vez informados, vean que ellos también pueden colaborar empezando por respetar y no juzgar a los demás y que todos sus pequeños actos son necesarios en el mundo actual.
Este es el objetivo del proyecto “Susurrando Gritos”, que surge por iniciativa de una de la alumna de 1º de Bachillerato del Colegio Mayol de Toledo, Sol Basarán, secundada por un grupo de alumnos de Bachillerato, 3º y 4º de ESO del mismo centro.
Esta exposición se podrá visitar en horario de 9:00 a 14:00 en el "Espacio Terraplén" del centro, desde el lunes 22 al viernes 26 de mayo.
Esta exposición se podrá visitar en horario de 9:00 a 14:00 en el "Espacio Terraplén" del centro, desde el lunes 22 al viernes 26 de mayo.
Les
llaman refugiados, pero no tienen refugio. Las guerras y la pobreza les empujan
hacia Europa… Por el camino pierden a madres, padres, hijos, hijas… por fin
llegan, llegan pero encuentran las fronteras cerradas y ven que se les niega un
refugio donde sentirse a salvo.
Muchos
de nosotros vemos estas cosas y nos sentimos impotentes: no podemos hacer nada
para ayudarles, solo somos unos
chiquillos, no sabemos cómo encontrar soluciones que encajen en nuestro día a
día.
Pero…
¿seguro que no podemos hacer nada?
Podemos
ayudar a las personas más cercanas a nosotros, un acto tan importante, difícil
y sencillo a la vez; podemos incluirlos en nuestras conversaciones para que los
medios de comunicación y el resto del mundo no los olviden. Pequeños actos que
ayudan a mejorar las situaciones; y tenemos que ser los jóvenes los que
empecemos a hacerlos realidad porque, como futuros adultos, estamos obligados a
conseguir un mundo mejor.
“Susurremos
susurros” para intentar visibilizar estos gritos, para que el mundo escuche,
para que los demás también vean que sus
pequeños granitos de arena ayudan a formar una playa. ¿Por qué susurrar en
lugar de gritar?-diréis. Porque las cosas más importantes, las que van derechas
al corazón, es mejor susurrarlas que gritarlas. Unamos nuestros susurros para
hacer oír ese grito que está siendo ignorado. Queremos que nosotros, los
jóvenes, seamos los que despertemos al mundo y hagamos que este grito tenga por
fin su eco.
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